Pocas Ginebras Premium actuales cuentan con un pasado tan emocionante e interesante como el que se esconde tras Monkey 47. La historia que rodea a esta esta ginebra, reservada a los más finos paladares, te va a sorprender, pues es digna de un guion de Hollywood.
La Historia
Nuestro protagonista es Montgomery Collins, aunque todos sus amigos lo conocían con el diminutivo “Monty”. Su padre, un apreciado y reconocido diplomático británico, pasó gran parte de su vida profesional en la provincia de la India británica de Madrás, lugar donde en 1909 nació nuestro aventurero.
Desde muy pequeño destacó por su habilidad a la hora de aprender idiomas, llegando a dominar a la perfección más de cinco lenguas, entre ellas el alemán, que condicionó su futuro profesional, como veremos más adelante. Además era un apasionado del cricket y del arte de la relojería. Trotamundos incansable, pero limitado económicamente, decidió hacer carrera profesional en las fuerzas Aéreas Reales británicas (ejército del aire más antiguo del mundo).
En 1945 fue destinado a Alemania, concretamente al sector inglés en Berlín bajo el rango de comandante. El nuevo destino era realmente hostil y complicado. Para poder imaginar cómo estaba la ciudad de Berlín, tenemos que recordar un cachito de la historia más reciente de Europa: El fin de la Segunda Guerra Mundial tuvo su última gran batalla en Berlín, ciudad que fue atacada sin tregua por los aliados durante trece días, en los que la ciudad quedó totalmente devastada. El impacto de una ciudad arrasada, con edificios totalmente destruidos, sin servicios básicos como agua y luz, calaron en Monty hasta el punto que en su tiempo libre se involucró en la reconstrucción de la ciudad. El destino quiso que sus pasos lo llevaran a participar en la reparación del Zoo de Berlín, y es aquí donde quedó prendado de un mono garza conocido con el nombre de Max.
En 1951 deja la Royal Air Force, aunque no abandona Alemania, enamorado del país se traslada a la Región Norte de la Selva Negra, muy cerca de Estrasburgo. Comienza entonces a dedicarse por completo al arte de la relojería, pero desafortunadamente no mostró un gran talento. Decidió entonces abrir una casa de huéspedes a la que bautizó con el nombre de “El Mono Salvaje” en recuerdo de su mono Max. En este momento comienza a interesarse por la elaboración de la ginebra, aprovechando los recursos que lo rodean. La Selva Negra se caracteriza por contar con enebro, agua y gran variedad de plantas naturales, muy abundantes y de muy alta calidad. Estos ingredientes ayudaron a elaborar una ginebra 100% única, que por desgracia no destacó en este periodo de postguerra.
La historia de Montgomery se desvanece en la década de 1960, pero resurge a principios del siglo XXI con la aparición de una extraña y vieja caja. Todo sucede en la renovación de una antigua casa de huéspedes alemana, donde se descubre, en uno de los pilares de la hospedería, una caja de madera vieja, que contenía “una botella, una carta y fotografías de Monty”. La botella estaba etiquetada y decorada a mano, destacando el dibujo de un mono y en la que se podía leer Max “El mono Schwarzwald Dry Gin” en letras de color negro. La carta ofrecía una descripción detallada de las plantas que Montgomery había utilizado para crear su gin. El legado de Montgomery no se había perdido en el olvido.
Presente
No es hasta el año 2010 cuando Monkey 47 irrumpe en el mercado de las Ginebras Premium , de la mano de Alexander Stein (experto en el comercio de bebidas) y Christoph Keller (reconocido maestro destilador).
Aprovechando la fórmula original de Schwarzwald Dry Gin, éstos la han mejorado notablemente.Lo primero que podemos destacar es que cuenta con cuarenta y siete botánicos, cuando lo normal en una ginebra premium es tener quince esencias. Se elabora como originariamente en Alemania, por lo que también se aprovechan los recursos naturales de la Selva Negra, componentes tales como la camomila, el escaramujo, salvia, verbena y bayas de espino. Aun así, no todas las esencias son autóctonas de la Selva Negra, sino que también proceden de juníperos de la Toscana, por lo que de alguna manera se ha mejorado la receta inicial. Otras de las especias que aportan un sabor distinguido a la vez que complejo son el clavo, la nuez moscada, almendra, jengibre, canela de Caylan, regaliz y cálamo aromático.
En su elaboración se combinan avances tecnológicos con métodos tradicionales, el resultado es una producción muy reducida, ya que hablamos de unas 2.500 botellas al año. Pasa por tres destilaciones, y es en la última donde se emplean los cuarenta y siete botánicos de su composición. A continuación el destilado se envejece en unas vasijas tradicionales de barro durante cuatro meses, consiguiendo una bebida equilibrada y compleja a la vez, con sabores intensos y diversos.
Se presenta en una botella vintage, de forma rectangular, baja, de color marrón y capacidad de 50 cl.
Con una etiqueta donde no falta la imagen del mono Max, y precintada con un tapón de corcho. La elección de este tipo de envase puede interpretarse en dos sentidos: un guiño más a la ginebra elaborada por Montgomery, y además resaltar que lo bueno viene en frascos pequeños.
Si aún no has tenido el placer de probar Monkey 47 no dudes en conseguir una botella, escóndela de amigos y familiares, degústala poco a poco, reservándola para los momentos que quieras recordar como inolvidables. Monty esté donde esté, estará orgulloso de lo que el futuro le tenía reservado.
Entrada escrita por G.B.I