A lo largo de los últimos años estamos escuchando que el vino es beneficioso para la salud. En este post hablaremos de los últimos estudios sobre las propiedades de esta bebida.
No podemos olvidar que el vino ha estado relacionado estrechamente con nuestra cultura desde tiempos muy remotos, y que en muchas épocas ha sido un pilar básico en la alimentación.
¿Os sorprende la anterior afirmación? , pues debéis saber que en el Siglo XVI Y XVII el vino junto al pan y la carne constituían el triángulo alimentario de la sociedad española, aunque los vértices de este triángulo eran desiguales según la clase social a la que se perteneciera.
Se consideraba entonces que el vino era un alimento que aportaba valor nutritivo a la dieta, calorías, energías, y además añadía a la vida un factor animador. Os chocará también saber que se bebía más vino que agua, ya que en esa época obtener agua potable o saludable era muy difícil, y era causante de muchas enfermedades. Lope de Vega dejo escrito la siguiente afirmación en una de sus obras “el agua era para las mulas y los moros”. Todos bebían vino en esta época: hombres, mujeres, niños, laicos, religiosos, pobres, ricos… .
Al igual que ocurre en la actualidad se recomendaba que el vino se bebiera de forma moderada, ya que si se hace de esta forma aporta salud, pero con exceso perjudica.
Vino,vida y Blas Bermejo
Pasaremos ahora a enumerar las cualidades positivas del consumo del vino:
Ayuda a reducir la grasa: cuando bebes vino se activa la función de un gen que impide la formación de células grasas y ayuda a que las que ya tienes se muevan (estudio Instituto Tecnológico de Massachusetts). Pero tenemos que hacer un inciso en cuanto a esta afirmación, y es que el vino contiene unas siete calorías por gramo, con lo cual su consumo debe ser moderado, ya que si no es así contribuirá a la subida de peso.
Disminución del riesgo de cáncer: si eres hombre y además fumador, beber vino te ayudará a reducir el riesgo de cáncer de pulmón. Nosotros te recomendamos dejar de fumar y decidir si quieres o no beber vino, seguro que sales ganando. Además uno de los componentes del vino es el resveratrol, el cual frena los efectos del estrógeno, hormona femenina, bloqueando el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama.
El resveratrol es una sustancia química que tiene relación con el envejecimiento y la cognición. Se encuentra en las frutas y verduras, pero en especial en el vino tinto donde su concentración es mayor.
Aliado del corazón: si quieres que tu colesterol bueno aumente bebe una copa de vino al día si eres mujer y dos si eres hombre.
Beneficia a tu próstata: el consumo de un vaso de vino al día durante toda la semana reduce el riesgo de cáncer de próstata en hombres mayores de cuarenta años.
Mejora la memoria: numerosos estudios demuestran que el consumo de vino mejora el funcionamiento del cerebro y previene la demencia. Se cree que esto se produce porque el vino contiene antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación, evitan que las arterias se endurezcan y también la coagulación de la sangre.
Lucha contra bacterias bucales: en distintas culturas se ha utilizado desde tiempos remotos el vino como tratamiento para la infección de encías, y se ha demostrado científicamente que esto ocurre porque el vino contiene unas partículas que frenan el crecimiento de los estreptococos y bacterias vinculadas con la caries, además del de otros asociados a la gingivitis y dolores de garganta.
Favorece a degustar mejor la comida: al contrario de lo que popularmente se cree, el vino ayuda a percibir mejor los sabores de los alimentos que cuando éstos se acompañan de agua. Esto se produce por las propiedades astringentes que evitan la sensación de grasa causada por determinados alimentos, lo que ayuda a mejorar la degustación de la comida.
Propicia hábitos saludables: un estudio del British Medical Journal saca a relieve que los consumidores de vinos suelen comprar alimentos más sanos que los consumidores de cerveza, los primeros consumen más aceitunas, frutas, verduras, quesos bajos en grasa… ..
Deporte pasivo: según investigaciones recientes el resveratrol, del que ya hemos hablado, también sirve para reducir las consecuencias de una vida sedentaria. Pero no te equivoques beber vino no te exime de realizar deporte, sino que la anterior afirmación se refiere a que si en un momento puntual de tu vida debes estar en reposo, el vino ayudara a disminuir el proceso de deterioro producido por el sedentarismo.
Aporta placer: al consumir vino nuestro cerebro libera endorfinas que aumentan la sensación de placer.
En conclusión podemos afirmar que el consumo de vino aporta muchos beneficios a nuestra salud (los médicos recomiendan su ingesta en el almuerzo o en la cena), aunque queremos dejar bien claro que se debe realizar de forma moderada ya que como bien sabemos todos, los excesos en la vida son malos, y en este caso puede provocar enfermedades hepáticas, tumorales, neurológicas y cardiovasculares.