Son días de fiesta, las fechas en las que más escuchamos el fabuloso sonido del brindis y la más larga lista de deseos. El mundo se transforma, prometiéndose así mismo ser mejor, más saludable y próspero. Olvidando nuestras diferencias nos engullimos en mar de burbujas donde nuestros sueños pueden hacerse realidad. Y qué mejor manera de visionar esa vida ideal que a través de uno de los productos españoles estrella, el Cava.
El cava no solo es para el invierno
El Cava es un vino espumoso elaborado por el sistema clásico de fermentación en botella y envejecimiento en cava, siendo reconocida la denominación CAVA en 1969. No es hasta después del ingreso de España en la Unión Europea, concretamente en 1986, que el Cava queda amparado y reconocido internacionalmente como vino espumoso de calidad producido en una región determinada (v.e.c.p.r.d.).
Las áreas de producción se extienden por 159 municipios de siete comunidades autónomas españolas (Cataluña, La Rioja, País Vasco, Aragón, Navarra, Valencia y Extremadura), teniendo especial relevancia Sant Sadurní dÀnoia (Barcelona) símbolo de la tradición y calidad, siendo la piedra angular del éxito obtenido por el Cava a escala mundial, y así lo muestran entusiasmadamente sus ciudadanos el primer fin de semana de Octubre en el Cavatast, fiesta que gana adeptos año tras años.
Son muchas las bodegas que, no perteneciendo a las regiones productoras del Cava y sabiendo de la gran calidad y aceptación de estos espumosos, toman gran interés en poder ser aceptados en esta denominación, por el momento se han de conformar con elaborar fuera de sus bodegas el Cava que después venderán bajo su marca. Caso particular es Bodegas y Viñedos Casa de la Ermita, de Jumilla (Murcia) , que hace una selección del coupage, siguiendo un control estricto del proceso de elaboración desde el prensado al etiquetado en bodegas productoras, como resultado nace Cava Casa Marta, un Brut muy recomendable de acompañar con caviar y ahumados.
Independientemente de la zona de producción, el cava debe de seguir unas normas de elaboración muy severas que aseguren la calidad mínima exigida, esta calidad es verificada por los servicios técnicos del Consejo Regulador del Cava , guardianes de esta joya nacional.
Los tipos de uva utilizadas para la elaboración del Cava son muy variados, algunas autóctonas y otras que se han ido incorporando más típicas de espumosos extranjeros como la Chardonay (hecho que originó un enfrentamiento entre los dos colosos del Cava. Freixenet defendía lo autóctono y Codorníu defendía la apertura, al final defendían lo mismo: un espumoso español de calidad reconocida internacionalmente)
Picsart Cava
Las varietales más significativas serían Macabeo, Xarel.lo, Parellada, Chardonay, Malvasía, Pinot Noir, Trepat, Garnacha Tinta y la Monastrell, esta última es la variedad con la que se inicio el Cava y paradójicamente hoy día su cultivo es testimonial en las zonas de producción de este vino espumoso. Quizás en un futuro esto sea una razón de peso más para que zonas como Jumilla (Murcia) puedan ser aceptadas también como productoras de Cava.
Son muchas las maneras en las que podemos clasificar los cavas, pero a la hora de saber que cava puede ir mejor a nuestro paladar son básicamente dos. En primer lugar según su contenido en azúcares, desde el Brut Nature al Dulce y en segundo lugar si es Joven (vivos, ligeros y refrescantes siendo muy agradables en boca), Reserva (han estado un mínimo de 15 meses en crianza, de amarillo pálido denota toques claros a fruta madura), Gran Reserva (crianzas de más de 3o meses que aportan aromas profundos y tostados. Colores dorados y sabores intensos y prolongados), Rosados (Cavas muy aromáticos y golosos, recuerdos de frutas del bosque, elegancia, modernidad, progreso)
Según la cantidad de azúcares empezaríamos con el Brut Nature (A este tipo no se le añaden azúcares después del degüelle), Extra Brut (hasta 6 gramos de azúcar por litro), Brut (máximo de 12 gramos), Extra Seco (entre 12 y 17), Seco (de 17 a 32 gramos de azúcar por litro), Semi Seco (entre 32 y 50 gramos) y terminamos con el Dulce para los más golosos, ideal para postre o aperitivos.
Hablar del Cava es hablar de tradición, modernidad, fiesta y sueños, del buen hacer de nuestra artesanía nacional, de progreso y unidad, del imperio de los sentidos. Son muchos aspectos que nos dejamos como pueden ser el de la producción y la historia, pero os prometemos hablar de ello en próximos artículos. El Cava no es solo para el invierno.
Brinda con ustedes Zacalin.
CURIOSIDAD
Champagne DOM PE
Aunque la invención de los vinos espumosos (de forma controlada, pues ancestralmente los espumosos eran considerados un defecto por accidente) se le atribuye a Dom Pérignon por muchos indocumentados, la realidad es bien diferente. Mucho antes que los franceses los ingleses ya controlaban un método para hacer vinos espumosos, los franceses no tenían la tecnología básica necesaria hasta el siglo XVIII. Las razones principales son la invención de la botella de cristal más resistente y la recuperación del corcho por parte de los Británicos (los franceses desde el Imperio Romano hasta 1685 no utilizaban este tipo de capsula, hasta entonces se les escapaban las burbujas o se les rompía el cristal). No obstante el vino en origen que utilizaban los Ingleses para hacerlos espumosos procedían de la península ibérica y de Francia principalmente.