Estaba buscando contenido sobre la Ley Seca para mi web cuando descubro una imagen que me impacta. Con un hacha en una mano y la biblia en la otra, una mujer me mira con ojos de advertencia y ejecutores. Un escalofrío recorre mi espalda y un impulso de conocer lo desconocido me lleva a buscar más información en la red sobre la mujer del hacha. La señora en cuestión se llama Carry A. Nation.
Carry Nation, con su hacha y biblia
Es poner en Internet el nombre de esta señora y descubro cientos de artículos, libros y hasta una fan face con 1500 me gustas que ahora serán 1501 o más.
Según toda esta información esta señora nace en 1846 en Garrard County, estado de Kentucky en EEUU. En su biografía destaca como uno de los miembros más activos del “Movimiento por la Templanza”, cuya máxima lucha es la prohibición de la elaboración y consumo de alcohol que daría como resultado, diez años después de su fundación, a la dañina ley seca de 1919.
Carry se dedicaba a ir a los bares con un grupo de mujeres en los que, mientras entonaban cánticos sobre los daños del alcohol, rompían todo el mobiliario y botellas que encontraban a su paso. Imaginaros, poneros en el lugar de cualquier hombre de la época sentado frente a un buen vaso de whisky, después de una dura jornada de trabajo, y de repente ves entrar a una señora de 1,82 cm de altura y 79 Kg de peso, cara de bulldog… Y UN HACHA EN LA MANO destrozando todo lo que encuentra por su paso. ¡Difícil de asimilar, a que sí!. Debo justificar lo de la cara de perro de la señora; ella misma se autodenominaba “El bulldog situado a los pies de Jesús para acabar con el mal”.
Os preguntareis por qué esta señora tenía tanta aversión al alcohol, pues bien la culpa la tuvo su primer marido que privaba bastante y le dio mala vida a Carry hasta que se murió el tipo.
Se caso en segundas nupcias con David A. Nation, del cual tomó sus apellidos. En su lucha incansable contra el alcohol pasó más de treinta veces por la cárcel, erigiéndose como una de las figuras principales del prohibicionismo. Por cierto que los costes de las fianzas se sufragaban con la venta de hachas, como la que porta en la fotografía.
Carry Nation con miembros del Movimiento por la Templanza
En fin, un personaje digno de recordar y al que no sé si dedicar un brindis. Mejor no, no vaya a aparecérseme en sueños.
Saludos.
Entrada escrita por G.B.I.